José Gregorio Hernández. Imagen tomada de El Universal. |
Al final sólo cuenta una cosa:
ser santo.
Al Dr. José Gregorio Hernández se le ha calificado de muchas maneras. Entre ellas destacan: “El médico de los pobres”, “El Justo”, “El Siervo de Dios”, “El laico más querido”, “El Venerable”, “El Santo de Venezuela”. Y en cada calificativo se encuentra la dimensión de un hombre que en el estudio fue disciplinado, en el trabajo; sobresaliente y en el trato con sus semejantes; un ejemplo a seguir.
José Gregorio Hernández en París en 1890. |
Quien se adentre en la bibliografía hernandiana podrá constatar que era una persona madura y amante, acreedora de cualidades espirituales significativas. Sobre estas cualidades quiero hacer énfasis puesto que no las procuramos o no las conocemos. Tal es nuestra crisis de valores.
José Gregorio Hernández en una estampa religiosa. |
La sociedad, si se analiza bien, nos convierte en “cosas”, “autómatas”, “bestias” y en consecuencia se degrada nuestra especie. Por ello hay que estudiar vidas como la del Dr. Hernández, más aún, emularlas, pues ellas muestran las cimas que el “hombre” puede alcanzar; el “hombre” en la verdadera acepción de la palabra.
José Gregorio Hernández en Caracas en 1893. |
Mi acercamiento a José Gregorio Hernández se dio en mi niñez por el clamor de sus feligreses – del cual he conocido de primera línea a más de un centenar – y en mi adultez por obras como la que el Dr. Miguel Yáber hiciera del dilecto hijo de Isnotú.
Estampa de colección del Dr. José Gregorio Hernández. Imagen tomada del Portal de Poetas de Venezuela y el mundo. |
De mi acercamiento primario, diré que surgió en mí un afecto espontáneo, natural, por quien impregna de esperanza y de júbilo a mis coterráneos, y de mi acercamiento actual – el que es obra de un estudio consciente –, diré que mi admiración por el Santo de mi país se ha acrecentado a ojos vistas.
José Gregorio Hernández en Nueva York en 1917. Imagen tomada de Reporte Católico Laico. |
Volviendo al tema de los calificativos del Dr. Hernández, resaltaré que no he encontrado ni uno solo que mancillara su nombre o fuera peyorativo. – Como dijera el escritor Rafael Arráiz Lucca –: “Los venezolanos colocamos en él una batería de virtudes extraordinarias”.
De los calificativos expuestos (unos acuñados por la Iglesia Católica, otros por el pueblo que tanto lo ama) el que más me gusta es el de Santo, pues encierra, por sí solo, el ideal más alto que debemos aspirar.
Exequias de Jose Gregorio Hernández en 1919 en la antigua Universidad Central de Venezuela hoy Palacio de las Academias. Imagen tomada de la revista de la Sociedad Venezolana de la historia de la Medicina. |
Estimado autor, le escribo para hacerle una consulta. Me gustaría saber de donde obtiene usted el dato que pone al pie de la foto que reza: JGH Caracas 1893 y si puede compartir la fuente. Gracias
ResponderEliminarEstimada Lilian Rosales Betancourt, estos son los datos:
EliminarPágina 294, Revista El Cojo Ilustrado. Caracas, 15 de Agosto de 1893, año II, núm. 40